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Multiplica el compromiso en tu agrupación musical

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La banda, un sistema engranado.

Las agrupaciones musicales, ya sean bandas, orquestas o conjuntos de cámara, debemos verlas como sistemas complejos que funcionan con principios similares a los de otros sistemas sociales y organizacionales. 

Pero, ¿qué quiere decir esto?

Un sistema es un conjunto de elementos interconectados que interactúan entre sí para formar un todo unificado. Estos elementos pueden ser personas, procesos, ideas o recursos que, al interactuar, generan comportamientos y resultados que no serían posibles individualmente.

En el contexto de una agrupación musical, cada integrante, instrumento, partitura y dinámica de ensayo contribuye al funcionamiento del sistema.

La interdependencia es clave: la acción o inacción de un miembro afecta el desempeño del conjunto.

Este enfoque ayuda a entender que la calidad de la música producida es el resultado de la cohesión y el trabajo en equipo, no solo del talento individual.

No hay que olvidar que, además de pertenecer a la banda, el músico forma parte de otros sistemas (familia, amigos…). Incluso, la agrupación también forma parte de otros sistemas como, por ejemplo, la asociación o comunidad.

Pero, para que este engranaje funcione correctamente, es esencial que todos los miembros implicados se reúnan para pactar una alianza y unos acuerdos que guíen la cultura de la banda, es decir, las “reglas del juego”, las necesidades y las acciones que se llevarán a cabo. 

Aunque a mí no me gusta hablar de compromiso, sino de responsabilidad, la participación de todos los integrantes en la cultura del equipo creará un gran impacto en el sentimiento de pertenencia y esto favorecerá la implicación del músico con su banda.

La participación de todos los integrantes en la cultura del equipo creará un gran impacto en el sentimiento de pertenencia.

Insisto. Dado que la banda son todas las personas que forman el grupo, todas deben participar, en mayor o menor medida, en las decisiones que guíen el rumbo de la agrupación. Y aquí entra el papel del director o líder, quien deberá gestionar y guiar la alianza con respeto, dirección y, sobre todo, confianza.

 
 

 

 

Bajo la dirección de Guardiola (2008-2012), el FC Barcelona no solo enfocó su juego en las habilidades individuales de sus estrellas, como Lionel Messi, Xavi Hernández o Andrés Iniesta, sino que enfatizó la importancia de la totalidad del equipo. Guardiola implementó un estilo de juego que requería una sincronización perfecta de todos los jugadores en el campo, conocido como “tiki-taka”, que se basaba en pases cortos y mantenimiento de la posesión del balón. Este enfoque subraya el principio sistémico de totalidad, donde cada jugador es crucial para el funcionamiento del sistema completo y donde el sistema busca mantener un equilibrio (homeostasis) a través de la posesión continua del balón para controlar el juego y el ritmo.

La comunicación constante en el campo y durante los entrenamientos era vital. Guardiola fomentaba un ambiente donde la retroalimentación era una herramienta diaria para la mejora continua. Los jugadores eran animados a expresar sus opiniones y discutir tácticas abiertamente. Esta comunicación abierta aseguraba que todos los miembros del equipo estuvieran alineados y pudieran adaptarse rápidamente a las situaciones del juego.

Guardiola también era muy claro en definir las roles dentro del equipo, asegurándose de que cada jugador entendiera su posición y responsabilidades. Esto reforzaba las fronteras dentro del sistema, cada uno conocía su lugar y cómo su rol se integraba en el objetivo mayor del equipo.

Una vez creada la alianza y los acuerdos, el sistema debe partir de 2 premisas:

Ley de equilibrio

En el dar y el recibir, si no hay equilibrio, el sistema se rompe. ¿Cómo puede favorecerla el líder?

  • Dando protagonismo a cada músico.
  • Entendiendo que cada uno es único y tiene una función.
  • Distribuir cargos y tareas equitativamente
  • Aportando herramientas colaborativas.
  • Trabajando en equipo.
  • Con una organización estable.
  • Fomentando la comunicación.
  • Siendo transparente en la toma de decisiones.
  • Apoyándose mutuamente.

Ley de pertenencia

Cuando te consideras incluido y considerado como parte integral del grupo. ¿Qué puede hacer el líder?

  • Cada miembro es parte activa de las decisiones.
  • Celebra los logros individuales y cómo afectan al grupo.
  • Provoca encuentros musicales y extramusicales.
  • Entiende la posición y perspectiva del otro.
  • Mantén el contacto.
  • Aporta autonomía a los músicos.
  • Construye pequeños líderes dentro del equipo.
  • Felicita en público, corrige en privado.

El líder debe tener una visión sistémica que contemple 4 principios fundamentales que permitirán entender mejor nuestras interacciones y sus posibles impactos dentro de una banda.

Estos principios son:

  1. Los miembros de la banda no son entidades aisladas, cada uno es parte integral de un sistema mayor al que pertenecen, ya sea voluntaria o involuntariamente.
  2. La persona pierde protagonismo en favor del sistema. En situaciones de conflicto, es crucial buscar soluciones que beneficien al conjunto de la banda y no sólo a individuos específicos. Optar por soluciones que favorecen a una sola persona puede ser benéfico a corto plazo, pero perjudicial a largo plazo.
  3. Cada acción que un miembro de la banda toma afecta al sistema completo. Similar a lanzar una piedra en un vasto lago, cada molécula de agua siente el impacto, aunque las que están más cerca sientan el efecto con mayor intensidad que aquellas más lejanas.
  4. Los miembros de la banda no solo pertenecen a este grupo, sino que también forman parte de múltiples sistemas. Esto puede llevar a conflictos de compromisos, especialmente si lo acordado en un sistema choca con las promesas hechas en otro. Es fundamental reconocer esta realidad, ya que puede explicar por qué a veces los acuerdos dentro de la banda no se cumplen como se esperaba.

Es función del líder mantener el sistema engranado. La comunicación constante debe ser un pilar fundamental con la que se pueda conectar y “negociar” la responsabilidad de los músicos con su banda. Teniendo en cuenta la red de sistemas que cada uno conlleva, es necesario llegar a acuerdos para que los músicos aporten su valor y disposición cuando les sea posible. Por supuesto, siempre buscando el beneficio de la banda sin perjudicar el individual.