Los resultados que encontrarás a continuación pertenecen a una encuesta enviada a directores y directoras de agrupaciones musicales. Su propósito es:
- Dar visibilidad a la enseñanza de habilidades blandas en las formaciones de dirección musical.
- Fomentar la reflexión en los directores y directoras de agrupaciones musicales sobre el nuevo paradigma social y educativo que nos muestra la neurociencia.
El formulario es un elemento vivo que sigue activo, no sólo para continuar recogiendo muestras que favorezcan un estudio más exhaustivo, sino para promover la reflexión personal en muchos más líderes musicales. Si no lo has completado aún, te invito a que lo hagas cuando puedas. No te llevará más de 5 minutos.
La primera gráfica nos evidencia la necesidad empírica de un conocimiento básico de habilidades blandas. Si lo pensamos bien, nuestras 2 herramientas en la dirección de una agrupación musical son la propia música y las personas que la hacen posible. Aunque suena evidente, normalmente nos formamos sólo en una de ellas, adquiriendo las habilidades y técnica necesaria para dirigir la partitura. Sin embargo, obviamos lo más importante, controlar las herramientas que nos harán guiar a esas personas a mostrar su mejor versión personal y musical, ofreciendo su máxima aptitud y actitud en beneficio de la agrupación.
La siguiente gráfica nos muestra aquellas habilidades que los directores consideran más esenciales en su desempeño. Obtienen mayor puntuación la motivación, la escucha activa, la gestión del tiempo, la inteligencia emocional y la comunicación efectiva.
Estos resultados nos lanzan varias preguntas:
- ¿Cómo puedo mantener la motivación de los músicos a lo largo de la temporada, especialmente en los momentos más desafiantes?
- ¿Qué puedo hacer para que cada miembro de la banda sienta que su participación es importante y valiosa?
- ¿Estoy realmente prestando atención a las preocupaciones y sugerencias de los músicos, o simplemente estoy escuchando lo que quiero oír?
- ¿Cómo puedo crear un ambiente en el que los músicos se sientan cómodos compartiendo sus opiniones y necesidades?
- ¿Estoy aprovechando al máximo el tiempo de ensayo, equilibrando lo necesario entre técnica, interpretación y cohesión?
- ¿Cómo puedo ayudar a los músicos a mejorar su propia gestión del tiempo para que lleguen mejor preparados a los ensayos?
- ¿Cómo puedo gestionar mis emociones de manera efectiva durante momentos de estrés para no afectar negativamente a la agrupación?
- ¿De qué manera puedo ser más consciente de las emociones de los músicos para ayudarles a rendir mejor en ensayos y actuaciones?
- ¿Estoy siendo claro y directo en mis indicaciones durante los ensayos?
- ¿Cómo puedo adaptar mi forma de comunicarme para que todos los músicos, sin importar su nivel, comprendan claramente lo que quiero transmitir?
El liderazgo es, quizá, el mayor deseo de los directores. Y, aunque pueda parecer lógico, el simple hecho de ser director no te hace líder de la agrupación.
Un líder es un influencer, es una persona que inspira, es una persona que motiva, es una persona admirable y es un modelo a seguir. El liderazgo no se exige ni se impone con dureza o castigo. El liderazgo brota cuando cuidas, apoyas e impulsas a las personas que están a tu cargo. Y sí, el liderazgo implica la suma de todas estas habilidades blandas.
Al igual que yo, otros muchos directores consideran las habilidades blandas tan importantes como la formación y técnica musical.
He visto a directores con nociones básicas en técnica de dirección y altas habilidades blandas hacer crecer su agrupación y llevarlas al éxito. También he visto a virtuosos de la dirección sin ninguna habilidad para conectar con los músicos y ser despedidos en poco tiempo.
No quiero decir que la balanza se incline hacia un lado o hacia otro. El planteamiento es que ambas son importantes. Y si no encontramos el tándem en las escuelas de dirección, necesitaremos completar nuestra formación y conocimientos en otros lugares para convertirnos en verdaderos directores holísticos.
No pensemos que estas habilidades son un talento innato que no se puede entrenar. Aquellas personas con este talento interpersonal (incluso intrapersonal) emplearán estas habilidades sin ser conscientes, sí, pero podrán potenciarlas y ampliarlas con un conocimiento más profundo y minucioso, llevándoles a la maestría en el liderazgo de su agrupación con resultados extraordinarios.
Conclusión
El análisis del formulario subraya la importancia de las habilidades blandas como un componente esencial para ser un director holístico en agrupaciones musicales. Los directores no sólo deben poseer un alto nivel de conocimiento técnico y musical, sino también habilidades como la motivación, empatía, liderazgo emocional y gestión de conflictos.
Los desafíos más mencionados, como la falta de motivación, la necesidad de mantener la disciplina y la cohesión, así como la capacidad de manejar los diferentes estados de ánimo y personalidades dentro del grupo, resaltan la demanda de competencias interpersonales.
Los directores deben ser capaces de fomentar el sentido de pertenencia en cada músico, independientemente de su rol en la agrupación, y crear un ambiente inclusivo y colaborativo. Estas habilidades blandas se convierten en herramientas esenciales para dirigir eficazmente un grupo diverso, mantener la motivación colectiva y asegurar el compromiso a largo plazo.